jueves, 10 de septiembre de 2009

Que mas da.. xD

Como todas las tardes, regresaba del colegio pateando las piedras que encontraba en el camino. Media cuadra antes de llegar a mi casa, divisé una piedra extraña clavada en el jardín de la señora Thompson y sentí una irrefrenable gana de patearla con todas mis fuerzas, como hubiese hecho cualquier niño juguetón; solo que yo ya era un adolescente. Preparé mi pierna para efectuar el tiro. Calculé la distancia y la fuerza con que debía impactarla para mandarla bien lejos y procedí.

-¡Maldición! – dije, mientras caía al suelo derrotado por la simple piedra.
-Ha ha ha, ¿necesitas ayuda, palurdo? Solo alguien verdaderamente torpe se le ocurre patear un pedazo sobresaliente de vereda – dijo una voz femenina.
-¡¿Y yo cómo diablos voy a saberlo?! – respondí, tirado de bruces en el suelo.
Al levantar la cabeza, me di cuenta de que era una chica, y vaya que era linda. Tenía una cabellera marrón, ojos claros y aparentemente muy observadores; y un bello rosto. Me quedé anonadado, pensando en cuan ridículo me veía ante una delicada dama como ella, aunque esa idea se esfumó en un segundo.
-No te quedes ahí tirado como un tonto, y levántate. Solo falta que ahora te pongas a llorar como una niñita. – dijo
- ¡Cállate! – le respondí, y ella estiró su mano para ayudarme.
La sujete fuerte y jalé para ponerme de pié, pero un inesperado charco de agua brotó debajo de la puerta de la señora Thompson, me resbalé y caí de espaldas al suelo, apoyado en mis manos.
-¡Ay! – gritó la chica, mientras se venía de golpe sobre mí.
Terminamos uno encima del otro, en medio de la vereda; y yo con la espalda y el pantalón empapados de agua. Estábamos tan cerca que si miraba veinte grados más debajo de su rostro podía ver todo lo que su blanca blusa escondía. Trataba de no mirarla, mientras movía la cabeza a cualquier dirección completamente sonrojada. De pronto la puerta de la señora Thompson se abrió.
-¿¡Qué son esos gritos!? – dijo gritando la señora Thompson –. A, ya veo; estos jóvenes de ahora, debería darles vergüenza.
-No señora, no es lo que usted…– y la señora cerró su puerta
-¡Pervertido! – dijo la chica –. ¡Ese era tu plan desde que me viste! ¡maldito estúpido!.
-¡No, espera! , no fue mi intención yo, yo... – dije, inútilmente, mientras ella se marchaba refunfuñando –. Vaya cosas que me pasan…
La verdad no tenía la intención de terminar así con ella, pero malditas casualidades que se dieron… y tuvo que terminar así…

3 comentarios:

  1. jajaja ooe no te pases

    esa ya es vieja

    mejor create otra con mailyn
    jajajaj

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  2. tonyy... la verdad q me encantoo todoo lo q tenes en la paginaa... creo q ss una gran persona aunque estemos demaciado lejos y no nos puedamos conocer personalmente.. quiero q sepas q me gusta mucho charlarr contigoo. tq amigoo F:LETYY

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